top of page
Proyecto.png

Género: Ficción.

Basado en hechos reales.

País de orígen: Argentina.

Duración: 70 minutos.

SÍNTESIS DEL PROYECTO: 
No voy a parar es un largometraje de ficción basado en hechos reales (80 min.) A través del trabajo con material de archivo y la ficción que estructura el relato, la película refleja los procesos de resistencia y lucha socioambiental en CABA (2020-2021). La pieza audiovisual busca visibilizar nuevas expresiones de arte popular y abrir la conversación sobre la crisis socioecológica. El relato se sitúa en plena pandemia, donde una mujer del interior se muda sola a la capital del país en busca de trabajo como actriz. Atraída por el arte y la compañía conoce a diversos activistas por el cambio climático que producirán nuevas miradas en ella. El arte y la lucha social se funden en un descubrimiento personal que la llevará a actuar en la vida y no tan solo en un escenario.

ANTECEDENTES:

No voy a parar nace junto al proceso de resistencia social frente a las quemas intencionales en los humedales, montes y bosques del territorio argentino en 2020. Como suele pasar en los tiempos que vivimos, la realidad supera la ficción. Frente a la falta de perspectiva de futuro, la juventud vive en un estado de búsqueda y de transformación en sus conciencias.


El proceso de investigación que decantaría en lo que hoy es No voy a parar, comenzó a partir del registro audiovisual de expresiones populares impulsadas por asambleas autoconvocadas en oposición a las quemas intencionales dentro de nuestro país.


El análisis teórico se estructura en base a conocer y comprender los mundos, matices y puntos de partida de los diversos activismos. Los ecologismos y organizaciones socio-ambientales se desarrollaron, luego de la caída del muro de Berlín y el Mayo Francés, a partir de la construcción de discursos bien diferenciados del sindicalismo y el movimiento obrero tradicional. Hoy la lucha contra el cambio climático tiene nuevos desafíos y nuevos actores sociales, que abarcan desde los vecinos de los territorios afectados, a descendientes de comunidades originarias, investigadores, activistas, etc. Las nuevas formas de artivismo, reciclan antiguas ideas de comunidad y proponen otros mundos posibles. Explorando diversas formas de expresión artística, se construye un movimiento policlasista que interpela a cualquiera que no pueda vivir con la idea de que se sepa la realidad de la crisis socio-ecológica y que no se haga nada .


“Los colectivos y organizaciones ambientales emergen, oponen y pelean desde una producción de nuevos y distintos “lenguajes de valoración” que, en definitiva, visibilizan un rechazo parcial o total sobre las lógicas capitalistas de dominación sobre los hombres y mujeres y sobre la naturaleza.” (De la Vega, 2020)

MOTIVACIÓN:

Por Ignacio Ascúa, Director.

“El arte siempre ha sido una necesidad de todxs. Lo que no ha sido es una posibilidad de todxs en condiciones de igualdad.” Julio García Espinosa

Quien creció en una provincia del interior de Argentina sabe que las quemas intencionales en los humedales, montes y bosques del territorio son pieza fundamental de un negocio por demás lucrativo. Tal es así que, sin entender la importancia que tienen, se los prende fuego para explotarlos, para extender la franja sojera y alimentar ganado vacuno o porcino. No hay que ser científico para verlo, alcanza con estar despierto. El sistema, como el humo, es inevitable, te penetra por los poros y eventualmente te duerme, haciendo invisible el fuego que nos acecha. Es normal crecer respirándolo convencidx de que es un proceso natural y necesario.

Hace dos años una pandemia de origen zoonótico aisló a gran parte de la humanidad y sin embargo los dueños del mundo solo aprendieron a sacarle provecho. Mientras los teatros y los cines acumulaban el polvo que hoy asfixia la cultura, en nombre del progreso se avanzaba con acuerdos extractivos para convertir a la Argentina en la cuna de nuevas pandemias. Un día de cuarentena una amiga me invitó a una marcha socioambiental que terminó en un festival en Plaza de Mayo y, como no sabía qué hacer, llevé mi cámara. Desde ese día en adelante me fui convenciendo que la historia de cada unx de nosotrxs importa, que las imágenes de cada quien que pone el cuerpo al servicio de la lucha por nuestra tierra, por el aire, el agua y la vida, merecen ser vistas y escuchadas.

No Voy A Parar - tema.jpeg

El arte callejero y el artivismo nos marcan mostrándonos nuevas formas fuertemente políticas de expresarnos individual y colectivamente. La transformación que atraviesa Marina, personaje principal de esta película, es reflejo de mi crisis con el orden de las cosas, con los mandatos de género, con mi sexualidad, con el sistema de producción y consumo que nos trajo hasta acá. Con lo que me significó la violencia económica que sufrí por años disfrazada de cuidado y protección. Con el cuestionamiento de mi forma de percibir el mundo, mis hábitos, mis convicciones, mis miedos, mis sueños y cómo me transformó el vínculo que construí con lxs activistas que me cambiaron la vida. Me gusta creer que no soy el único.

Motivacion.png

Estoy convencido que el arte, al igual que el amor, deben ser libres. El/la artista que lucha por las injusticias de su época, a su vez persigue su propia libertad y la de su obra. Existen otras formas de defender aquello que nos importa, y existen artistas, activistas, personas que no son indiferentes a ello. Que sienten el colapso y les hierve la sangre nadar entre injusticias. Esta historia está inspirada en nuestros caminos que se cruzan en las calles, en ese vivo movimiento social. Espero que nos sigamos encontrando y que la película inspire a muchxs más.

 

¿Qué es lo que me mueve? Es el compromiso de amplificar las voces de lxs jóvenes que en las ciudades, en las provincias y en todo el mundo salimos a las calles apropiándonos del arte como herramienta para decir que no es no, reafirmando así que el futuro es nuestro.

ARGUMENTO:

Marina (30), una actriz cordobesa correcta y exitista, se muda a Buenos Aires a comienzos del 2020 para audicionar el papel principal de una reconocida obra de teatro.
En marzo comienza la cuarentena obligatoria por COVID-19 en gran parte del mundo provocada por una profunda crisis económica y ecológica. Marina recibe un llamado por parte del productor de la obra para comunicarle sobre su selección para ser suplente en el papel de la protagonista, pero que dadas las nuevas restricciones la obra se suspende hasta nuevo aviso. Se cierran los teatros suspendiendo los ensayos de la obra y confinando a Marina a un solitario encierro dentro de su departamento.

Los días avanzan y los números de contagios y muertes a nivel mundial crecen junto a la ansiedad de Marina. Encerrada realiza castings virtuales, busca trabajo vía redes y consolida un vínculo con el loro del vecino quien la acompaña en el encierro incluso el día de su cumpleaños que pasa sin un peso. Con el pasar de los meses el gobierno toma la decisión de abrir los protocolos, habilitando a la gente a salir a hacer ejercicio en lugares abiertos, Marina al borde de una crisis

nerviosa aprovecha esta oportunidad para tomar aire y salir.

Mientras camina con ropa deportiva por su barrio, Marina habla con su padre por teléfono con el objetivo de pedirle plata. Al ver a un biker llevarse puesto un carrito, Marina corre a ayudar a Almendra (26) a levantar los panes rellenos que estaba vendiendo. Marina le compra dos de los panes que habían caído y Almendra le pide su numero y Marina se lo pasa, ambas se gustan. A los días del encuentro Marina ve que Almendra comenzó a seguirla en Instagram, comienzan a conversar y acuerdan volver a cruzarse en el mismo lugar donde se conocie-

ron. En ese reencuentro Almendra la invita a un festival artístico, pero Marina se niega por el riesgo y las prohibiciones relacionadas con la pandemia.

En medio de una clase virtual, Marina se debate con sus alumnos de teatro si romper las restricciones o no. Marina termina yendo al festival alentada por sus alumnos.

Los días pasan y la economía de Marina empeora cada vez más. La ayuda económica de sus padres se vuelve insostenible. En cambio su relación con Almendra crece día a día, le muestra una nueva mirada sobre las relaciones interpersonales y la invita a Marina a su primera marcha socio-ambiental. Marina se niega, pero le queda dando vueltas en su cabeza, se informa al respecto. En esta búsqueda, ve un video sobre los incendios en su provincia natal. Este golpe de realidad tan próximo a ella y su gente la movilizan y termina accediendo a la invitación de Almendra. Su necesidad de independencia económica la empuja 

a una fallida búsqueda de trabajo en el ámbito artístico, por lo que se decanta en una búsqueda no ideal. La hacen conectar cada vez más con el activismo. Gracias a un video en redes sociales, su relación con su padre y su ayuda económica se da por terminada ya que desaprueba que Marina se involucre en el activismo. Para ganar dinero de manera propia, Marina realiza una entrevista laboral virtual para un puesto de trabajo. En su primer día cómo personal de limpieza conoce a su compañera de trabajo, Moni (45) una mujer trans que la interroga sobre su búsqueda actoral y su vida. Limpiando en su trabajo Marina recibe un llamado de la producción de la obra de teatro suspendida, con la noticia de realizar un casting para

ser la protagonista. Marina acepta sin poder creerlo. Los días de Marina se dividen entre su trabajo como empleada de limpieza y sus diversas acciones con su nuevo grupo de amigos activistas. También intercala los ensayos para la presentación de la marcha, con los ensayos de la obra de teatro. En el último ensayo, la directora de la obra le comunica al elenco que el estreno se retrasa por una ola de contagios en el staff, coincidiendo el día del estreno de la obra con el día de la presentación en la marcha. Es momento de que Marina tome una decisión.

Almendra y Sofía cubren a Marina y Moni en sus puestos de trabajo, mientras ellas realizan sus trabajos el día de la marcha. Marina interpreta una performance caracterizando a 4 personajes afec-

tados por el colapso climático. Luego de un pequeño silencio, los aplausos del público resuenan en el aire, Marina emocionada mira a su nuevo público, el que ella eligió para que la reconozcan como una artista que pone el cuerpo al servicio de la lucha. Para cerrar la noche, Moni realiza un stand-up lleno de aplausos de reconocimiento y risas no solo del activismo,sino de críticos y periodistas del mundo del teatro mainstream que fueron hasta la plaza para ver a Marina actuar. Después del show Marina y Moni caen en la cuenta de la hora que es y salen corriendo por la calle apuradas para llegar a hacer el cambio con Almendra y Sofía y así fichar la salida del trabajo.

bottom of page